Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Blanca
0
Listas
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Blanca:
8

Voto de Blanca:
8
7.2
168,287
Ciencia ficción. Aventuras. Bélico. Acción. Fantástico. Romance
Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine condenado a vivir en una silla de ruedas, sigue siendo, a pesar de ello, un auténtico guerrero. Precisamente por ello ha sido designado para ir a Pandora, donde algunas empresas están extrayendo un mineral extraño que podría resolver la crisis energética de la Tierra. Para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se ha creado el programa Avatar, gracias al cual los seres ... [+]
25 de diciembre de 2009
25 de diciembre de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si el argumento de 'Pocahontas' fuera trasladado por el tiempo hasta una futura edad de crisis moral y económica a la que evidentemente estamos marcando el rumbo, nos encontraríamos con este titánico 'Avatar'.
En la época de los nativoamericanos, sufrimos de una deshumanización de la que parecíamos habernos curado, visto el incremento de tolerancia y comprensión. Pero todo lo bueno se acaba, tal y como podemos comprobar mediante la observación de nuestros actos sobre el planeta, los demás, y nosotros mismos.
La película, como la conducta humana, muestra un movimiento pendular, que nos dejará unos momentos de sublime suspensión por los que merece la pena pasar 150 minutos frente a una pantalla. Estos instantes son los enmarcados por la preciosidad de un mundo maravilloso cuya existencia en la infinitud del universo no podemos cuestionar, que recalcan la necesidad urgente de reestablecer esa armonía con la naturaleza, que abandonamos a la par que lo hicimos con nuestro alma.
Aunque claro, esos momentos de emoción prefijan y sufijan una inevitable caida de belleza. La destrucción era necesaria para que nos percatáramos de lo que se pierde con ella, pero sólo hasta cierto punto. Con cada árbol que se destruye, el espectador sufre, hasta que se destruyen tantos que no queda más remedio que inmunizarse al dolor, y que éste sea indiferente.
La destrucción condena a esta obra de conductas humanas soñadas y utópicas, en una insalvable americanada que puede permitirse presumir de encanto natural.
En la época de los nativoamericanos, sufrimos de una deshumanización de la que parecíamos habernos curado, visto el incremento de tolerancia y comprensión. Pero todo lo bueno se acaba, tal y como podemos comprobar mediante la observación de nuestros actos sobre el planeta, los demás, y nosotros mismos.
La película, como la conducta humana, muestra un movimiento pendular, que nos dejará unos momentos de sublime suspensión por los que merece la pena pasar 150 minutos frente a una pantalla. Estos instantes son los enmarcados por la preciosidad de un mundo maravilloso cuya existencia en la infinitud del universo no podemos cuestionar, que recalcan la necesidad urgente de reestablecer esa armonía con la naturaleza, que abandonamos a la par que lo hicimos con nuestro alma.
Aunque claro, esos momentos de emoción prefijan y sufijan una inevitable caida de belleza. La destrucción era necesaria para que nos percatáramos de lo que se pierde con ella, pero sólo hasta cierto punto. Con cada árbol que se destruye, el espectador sufre, hasta que se destruyen tantos que no queda más remedio que inmunizarse al dolor, y que éste sea indiferente.
La destrucción condena a esta obra de conductas humanas soñadas y utópicas, en una insalvable americanada que puede permitirse presumir de encanto natural.