El Ben Stiller hace de modelo, aunque no tenga ninguna pinta. Y es famosísimo hasta que, como en todo, llega otro mejor y lo despiden. Pues se va aburrido al pueblo de donde es, a vivir con sus ruda familia. Su padre y su hermano, mineros los dos, le buscan empleo en la mina. Eso es para verlo, él con sus cremas faciales, sus andares...LA DESHONRA, para los dos. Pero lo peor es que cuando dan de mano, se van todos los currantes al bar del pueblo y sale un anuncio publicitario, en la tele, protagonizado por él. Y no veáis cómo era el anuncio. Con deciros que después de esto, la familia lo echa del pueblo y reniega de él lo digo tó. JAJAJAJAJA, que pechá de reír más grande me pegué. Nada más que por ese rato merece la pena verla.