Brian de Palma, es un director que no se sienta en la silla y aquí tiene motivo suficiente, enfrente tiene dos colosos de la interpretación Al Pacino y Sean Pen que para mí junto a De Niro, Brando, Nicolson, Olivier y alguno más constituyen la élite de la élite. Drama continuo asumido con total brillantez por Pacino, que se mueve por encima del guión en estas situaciones y un inconmensurable Penn que con una caracterización portentosa no le reconoce ni su padre, pero le delata su enorme talento, sorprende Miller con una actuación muy brillante, la película te seduce y a la vez te entristece sabiendo que el final será lo peor y los sueños se desvanecerán, Ambientación estupenda y ritmo el que se espera estando Brian a los mandos. Es una película para recordar y divertirse. Una gran película