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España España · Granada
Voto de ChuckyGoo:
6
Thriller El doctor Michael Glass (David Morrissey), un reputado psiquiatra criminalista de Londres, es invitado por el detective de Scotland Yark Roy Washburn (David Thewlis) para que evalue a la novelista Catherine Tramell (Sharon Stone), una polémica y atractiva escritora de éxito que se se ha visto de nuevo envuelta en otro turbio asesinato. (FILMAFFINITY)
1 de abril de 2006
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar acalarar, por si alguien aún tiene duda, que este producto se ha hecho sólo por dinero, aprovechando el título de "Instinto Básico" y sólo manteniendo a Sharon Stone, deseosa de volver a la palestra y que se embolsa 20 millones de dólares.

A partir de esta premisa, se intenta copiar la fórmula de la original y ahondar en el personaje de Katherine Tramell, con bastante mala fortuna. A la musa del erotismo se la muestra como una ricachona salida que está dispuesta a todo para satisfacer sus caprichos. Sharon Stone realiza una interpretación fría, pero no una mala interpretación, simplemente los diálogos no dan para más. Se intenta ahondar en la psicología de la Tramell con interminables sesiones de psicoanalismo con las que se rellena la cinta, que no tiene mucho que contar. Físicamente Sharon luce en todo su esplendor, bastante ayudada por la iluminación y truquitos de cámara, no obstante, tampoco hay tanta diferencia entre la Sharon real y la que vemos en pantalla: impresionante a los 50.

Su bobalicón partenaire, que es el absoluto protagonista, (como ya ocurría con Douglas en la primera entrega), deja a la Tramell las apariciones estelares. David Morrissey no tiene tensión sexual con Catherine y al no haber química entre los dos la historia pierde mucho. De manera subliminal el protagonista se llama Michael Glass, abreviando el apellido de Douglas.

Respecto a la historia es muy líneal, carece de ritmo o momentos álgidos, se hace monótona sin que podamos recordar nada interesante tras verla. La cinta se rellena con una serie de secundarios, personajes vacíos, puestos al servicio de la muerte, que aparecen en pantalla y desaparecen sin aportar nada. Ya que no tenemos un guión potente, ni actores salvables, rellenamos con algo de carnaza (menos de lo esperado, ya que se han recortado muchas escenas), poses y modelitos de Sharon, banda sonora de la primera parte metida con calzador, y conversaciones y conversaciones de Morrisey y compañia.

En resumen, una secuela que pudo ir directamente al videoclub si Sharon no hubiese aceptado protagonizarla, sólo sus fans (entre los que me incluyo) o los que quieran conocer más del personaje podrán pasar un buen rato viendo sus devaneos en la pantalla.

Lo mejor: y lo único, Sharon explotando su personaje.
Lo peor: no pasa nada interesante.
ChuckyGoo
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