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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Drama La lluvia negra la constituyen las particulas radiactivas procedentes de la explosión de las bombas que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki. Basada en una famosa novela de Masuji Ibuse sobre la devastación causada por la bomba atómica, "Lluvia negra" relata las consecuencias de la explosión atómica en Hiroshima. La película se centra en la historia de una joven, Yasuko, que se vio sorprendida por esta lluvia radioactiva que ... [+]
23 de julio de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Kuroi ame” es una película estremecedora. La historia que cuenta es tan devastadora que ni el elegante clasicismo de sus imágenes —en deuda evidente con el Yasujiro Ozu de “Tôkyô monogatari” (Cuentos de Tokio, 1953), sobre todo en las escenas de interiores— ni la comicidad de sus elementos costumbristas alcanzan a rebajar la descarnada dureza que la impregna como la lluvia negra del título.
De hecho, el humor aparece siempre teñido de una amargura tal que dichos pasajes acaban por tornarse un trago si cabe más duro que aquellos donde la sordidez se nos sirve sin contemplaciones. A este respecto, los cíclicos “flashbacks” de vuelta a la Hiroshima recién golpeada por “el relámpago que mata” —qué eufemismo, casi hermoso en su fatalismo resignado, para referirse a la bomba atómica “Little Boy”— constituyen una ristra implacable de puñetazos a la conciencia del espectador. En alguna otra reseña me ha parecido leer que la de la piel colgando de los dedos de una de las víctimas es una estampa infinitamente más impactante que cualquier derroche de hemoglobina digital típico de nuestros días. No podría estar más de acuerdo, se trata de un plano para acabar de una vez con todas las guerras.
También resulta especialmente turbadora, rayana en lo desesperante, la fijación del viejo matrimonio con encontrarle un esposo a su sobrina mientras todos a su alrededor sucumben a esa muerte en diferido a que les ha condenado su exposición a la radiactividad. La denuncia que con ello hace Shôhei Imamura de la pertinaz persistencia en su país de ciertas costumbres ancestrales entronca asimismo con la antedicha, icónica cinta de Ozu.
Mención aparte merece la joven Yasuko que interpreta Yoshiko Tanaka. En su trabajo, soberbio, se encarna la aceptación del sino, por terrible que éste sea, tan característica de la idiosincrasia oriental. Como la realidad imita al arte, poco después de rodar “Kuroi ame”, a Tanaka se le diagnosticó el cáncer que acabaría por llevársela a la tumba dos décadas más tarde. Ver la película conociendo ese dato hace que la experiencia sea (todavía) más dolorosa.
Carorpar
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