Escribir la crítica de películas de esta ralea resulta, paradójicamente, difícil. Y es que la tentación de ponerla a parir es tan fuerte como trillados los argumentos para ello. En efecto, "Scary Movie" no es más que un vacuo exabrupto que, sin solución de continuidad, empalma un chiste con otro, a cada cual más ultrajante para este o aquel airado colectivo.
Los actores pésimos, la dirección aficionada, y el guión escrito por un mono lobotomizado- espero esto último no ofenda a nadie-. Vale.
Dicho lo cual, y satisfechas las ínfulas que anidan en el alma de todo crítico, aficionado o a sueldo, no queda sino afrontar un hecho cierto: por más que duela reconocerlo, el tonto humor escatológico del que hace bandera esta película provoca muchas más carcajadas de las esperadas, y, entre más de uno, de las deseadas.
"Scary Movie" es el sueño de una noche de porros entre colegas. Todos, con más o menos ayuda psicotrópica, hemos desvariado alguna vez- quien no lo haya hecho no ha tenido adolescencia, o no pertenece al género humano-, y los hermanos Wayans también. Ellos, a diferencia del resto, han contado con la financiación necesaria para filmarlo. Y el resultado es un desfase muy recomendable.
En fin, ya pensaré mañana.