Es notable el nivel de humor, alegría y emoción (hasta alguna lágrima en el final de la película) que logra una cinta de animación enfocada básicamente para niños.

Una historia fascinante en la que comienza con una escena de acción a la altura de los grandes clásicos del cine (y de hecho creo que debe ser un homenaje a alguna otra película), luego continuamos parados en una escena del pasado y rápidamente pasamos al “presente”, donde el protagonista (dueño de los juguetes) tiene 17 años y se prepara a abandonarlos.

De aquí en más toda una serie de aventuras en las que siempre se vislumbra esa valoración de la amistad entre este grupo de juguetes.

La aparición de decenas de juguetes nuevos, incluyendo a Barbie y a Ken que realmente son una delicia. Niños de una guardería que les hacen la vida imposible y algún que otro nuevo juguete que hará el papel de malvado.

Si tienen niños es una obligación y si no los tienen no se priven de disfrutarla por “ser adultos”