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Voto de olga_fc90:
8

Voto de olga_fc90:
8
7.0
30,092
1 de noviembre de 2015
1 de noviembre de 2015
32 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, y que los mejores amigos siempre llegan para quedarse incluso cuando uno se va para no volver. “Truman” es ni más ni menos que eso, un reflejo realista de lo que significa la amistad.
Julián (Ricardo Darín) y Tomás (Javier Cámara) son amigos íntimos, separados por miles de kilómetros ya que el primero vive en Madrid y el segundo en Canadá. Cuando a Julián le detectan un cáncer terminal, Tomás decide ir a visitarlo y acompañarle en esos últimos momentos de su vida. El argumento de la película es sencillo, simple. Los diálogos lentos, los instantes eternos, los gestos de los personajes, hasta los silencios reflejan mucho más que las palabras, cine minimalista de alta calidad que permite a los actores lucirse en su papel y ofrecernos dos interpretaciones maravillosas, dignas de ser destacadas.
La película es un drama, eso es innegable, a pesar de que presente ciertos toques de humor (ese humor negro argentino que a Darín se le da francamente bien interpretar) para, digamos, “hacer más llevadera la tragedia”. Quizás la palabra que mejor la defina es “conmovedora”, al espectador le conmueve esa aparente sencillez (fruto del ingenioso guión) que radica en saber decir adiós dejando atados todos los cabos sueltos antes de marcharse para no regresar.
“Truman” es una historia que merece la pena observar, no solamente ver. Un ejemplo de cine español de calidad, del valor incalculable de la amistad. De las despedidas con sabor agridulce, eso sí, más dulce que agrio. Una película totalmente recomendable.
Julián (Ricardo Darín) y Tomás (Javier Cámara) son amigos íntimos, separados por miles de kilómetros ya que el primero vive en Madrid y el segundo en Canadá. Cuando a Julián le detectan un cáncer terminal, Tomás decide ir a visitarlo y acompañarle en esos últimos momentos de su vida. El argumento de la película es sencillo, simple. Los diálogos lentos, los instantes eternos, los gestos de los personajes, hasta los silencios reflejan mucho más que las palabras, cine minimalista de alta calidad que permite a los actores lucirse en su papel y ofrecernos dos interpretaciones maravillosas, dignas de ser destacadas.
La película es un drama, eso es innegable, a pesar de que presente ciertos toques de humor (ese humor negro argentino que a Darín se le da francamente bien interpretar) para, digamos, “hacer más llevadera la tragedia”. Quizás la palabra que mejor la defina es “conmovedora”, al espectador le conmueve esa aparente sencillez (fruto del ingenioso guión) que radica en saber decir adiós dejando atados todos los cabos sueltos antes de marcharse para no regresar.
“Truman” es una historia que merece la pena observar, no solamente ver. Un ejemplo de cine español de calidad, del valor incalculable de la amistad. De las despedidas con sabor agridulce, eso sí, más dulce que agrio. Una película totalmente recomendable.