“No hay que pedirle peras al olmo”. ¿Por qué empiezo así esta crítica de Need for Speed? Muy sencillo, ‘Need for Speed’ es una película basada en los videojuegos de EA que no pretende correr en las mismas pistas que films como ‘Gravity’, ‘12 años de esclavitud‘ o ‘La gran estafa americana’. Sus apuestas son otras, y estas pasan por ofrecer al público entusiasta del motor, una película con la que pasar algo más de dos horas disfrutando viendo circular por la “pista” del cine vehículos rápidos y de gran potencia compitiendo unos contra otros.

Al hilo de lo comentado en el párrafo anterior, he de dejar bien claro que lo mejor de esta cinta es todo lo que tiene que ver con los automóviles: el rugido de los motores, las carreras ilegales (callejeras, estilo drift), los accidentes que podremos presenciar en la película o las persecuciones por parte de la policía, y las espectaculares e imposibles maniobras. Como es lógico, “el reparto de las cuatro ruedas” es muy destacado y en pantalla nos encontraremos con reproducciones de diferentes modelos de prestigiosas y conocidas marcas como: Mercedes, Ford Mustang, Saleen S-7, Chevy Camaro del 68, Pontiac GTO del 66, Ford Gran Torino del 69, Lamborghini Sesto Elemento, GTA Spano, Bugatti Veyron, McLaren P-1 o tres espectaculares Koenigsegg Agera R.

El guión como se podía esperar es bastante simple y no da para mucho (pese a que la cinta dura más de dos horas), y es que, pese a que se meta por medio una historia de vendetta personal, pues todo se reduce a conducir. De hecho, buena parte de la película es una road-movie en la que Aaron Paul e Imogen Poots conducen un Ford Mustang desde NY a California para participar en la “De Leon”. Esto, y algún toque cómico, es lo que ofrece el guión de este film que viene firmado por los hermanos John y George Gatins. Film de cuya dirección se ocupó Scott Waugh ('Acto de valor').

En definitiva: ‘Need for Speed’ es un film para ser disfrutado especialmente por los amantes de los vehículos rápidos, las carreras ilegales y las piruetas y acrobacias espectaculares. En estos aspectos la película cumple bien, y la verdad es que personalmente entiendo que tampoco hay que pedirle ni exigirle mucho más. Es un producto para un tipo determinado de público que también merece tener sus películas y ser respetado en sus gustos. El que busque aquí una cinta de “León de Oro” sencillamente se está equivocando de film y de expectativas.

-Lo mejor: Todo lo que tiene que ver con los vehículos. Imogen Poots resulta agradable en su papel.

-Lo peor: A Dominic Cooper en su rol de “villano” le falta personalidad y carisma. La duración me parece excesiva teniendo en cuenta el guión del film.

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