No sé si definirla como pastelón familiar, tiovivo que gira y gira en la melancolía, el sentimiento frustrado de unas niñas que su padre "abandonó" tras el divorcio, y otros detalles que, junto a otras nimiedades propias de un hogar corriente con los problemillas "tipicos" de las pequeñas personas, "El verano de Sus Vidas", podría pasar como telefilm de sobremesa. Pero la duda se solventa pronto, ahí está el viejo artista incombustible Morgan Freeman, llenando toda la pantalla con una interpretación que fluye de la más solemne sencillez, parloteando cuentos e historietas para niños, cuidando un perro, luchando frente a la botella que calma sus viejas desgracias. Ahí está también Virginia Madsen, la madre, junto a sus tres niñas, actuando todas ellas perfectamente ligadas en la historia, la de un verano que será especial, tan especial como esta simple y agradable historia.

Prefiero ser franco, correcto, y aceptar el hecho de que acaparó toda mi atención, cuanto más, obras parecidas han conseguido dominar mis ánimos para sucumbir en los brazos de Morfeo.

No es obra de grandes expectativas, ni siquiera lo pretende, solo nos cuenta el transcurso de un verano, y la manera de afrontarlo no esquivando la felicidad, y al menos, aunque por momentos la trama se acerca a un sueño casi infantil, Rob Reiner, el director, procura mostrarnos algo cotidiano, real, y como no, creíble, gracias a las interpretaciones de quienes tienen sabiduría y tablas. Quizás podría haberse complicado la historia, algún suceso, robo, pérdida, atraco, la sustancia necesaria para intoxicar de realidad el idílico edén de esta historia, pero bien pensado, no serviría de mucho a las vidas de los personajes, y en cómo van evolucionando hacia el electrodo positivo de la existencia. Ese es el fin, el mensaje, no ahondar demasiado en la fórmula perfecta, sólo se nos cuenta una agradable historia, la de un verano mágico, ese que muy pocos han vivido.

Recomendable. Véase sin prisas.

Pda: En cuanto a la puntuación, un 8 sería exagerado, un 7,5, nota muy alta. Le doy 6,5. Creo que debería existir puntuación decimal al menos de medios puntos, porque de 6 a 7 hay un abismo.