En este caso, una excelente película sobre la historia de un náufrago que se pasó casi cinco años sólo en una remota isla, tras un aparatoso accidente aéreo.
Robert Zemeckis realiza una película muy entretenida y emotiva, rodando con magnificencia la odisea del náufrago, en un silencio aterrador con las olas del mar como orquesta, poco a poco iremos viendo la cada vez más satisfactoria adaptación del náufrago a la enormemente complicada situación, estableceremos contacto con su mejor amigo, una pelota de la marca Wilson, a la que llegaremos a querer tanto como él, y se transformará en un personaje más, hay muchas escenas y situaciones para el recuerdo en esta película, de esas que se recuerdan.
Personalmente lo que más recordaré será la actuación de un Tom Hanks sobrenatural, imperial, soberano, al que le arrebataron de forma injusta su estatuilla, pero nada desmerecerá nunca este portentoso e insuperable trabajo de este actor, uno de los mejores, sin duda.
Una película de visionado obligado, imprescindible.
Mi nota: 8,5.