Haz click aquí para copiar la URL
Voto de magoal86:
10
8.0
41,496
Animación. Drama. Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Seita y Setsuko son hijos de un oficial de la marina japonesa que viven en Kobe. Un día, durante un bombardeo, no consiguen llegar a tiempo al búnker donde su madre los espera. Cuando después buscan a su madre, la encuentran malherida en la escuela, que ha sido convertida en un hospital de urgencia. (FILMAFFINITY)
1 de septiembre de 2008
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo un nudo en la garganta. Acabo de ver La tumba de las luciérnagas, y para los que ya la hayáis visto, supongo que no hay más que decir.

Para todos los demás, decir que acabo de ver los 90 minutos de animación, más bellos de mi vida. Noventa minutos de una hermosura indescriptible, pero también dramáticos, de los que calan, de los que llegan al corazón para quedarse a vivir. Es puro realismo humano, narrado de una forma magistral.

La historia se centra en Seita y su pequeña hermana Setsuko, hijos de un oficial de la marina japonesa. Durante la Segunda Guerra Mundial, pierden a su madre, y ambos emprenden una lucha por la supervivencia, en el mundo cruel que les rodea. El principio de la película es el final de la misma. Y descubrir el final en los primeros minutos de metraje, únicamente se lo pueden permitir los grandes films. Sólo una obra maestra. Y ésta, lo es.
La mejor definición que se puede hacer, es que es una película dulcemente dura. Tiene momentos de ternura, momentos de sonrisas, de bendita inocencia, momentos protagonizados por la niña más dulce jamás dibujada. Por el contrario, tiene momentos tristes, trágicos y emotivos. Es un film sin concesiones al espectador: entrañable, pero crudo; hermoso, pero devastador.

¿Por qué las luciérnagas mueren tan rápido? Decía Setsuko en un momento del film, con sus ojitos mirando alrededor sin entender nada. Las luciérnagas mueren rápido, y las esperanzas también.

No me queda mucho mas que contar… únicamente que preparéis los pañuelos y os agarréis al sillón, si no queréis morir ahogados en vuestras propias lagrimas. Porque llorar, vais a llorar…
Jamás podré olvidar a Seita, y en especial, a Setsuko… porque allá donde van, dejan una huella imborrable: Bienvenidos a mi corazón.
magoal86
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow