Y llego el yuppie de turno colándose entre la clientela para pedir: "Uno solo"...

¡Pues no! aquí no hay trampa ni cartón, aquí tenemos dos Van Dammes en una sola película y al que no le guste que calle para siempre. Van Damme víctima de su ego exaltado por ser el hombre más deseado de aquel momento (no me lo imagino haciendo el amor con las piernas abiertas 180º), sintió la necesidad de afrontar un nuevo proyecto cinematográfico en el que pudiese tener la oportunidad de decirse a sí mismo: "Eres un maricón", "Cógete tus slips de seda negra y lárgate a Disneylandia"... vamos que aquí las cosas bien claras y en mayúsculas.

Y no se me ocurre nada más que contar, decir que esta película la ví en el plus en su día, que me gusto mucho porque molaba el Van Damme, y nunca me he parado a preguntarme por qué aquí le dió sin más hacer un doble papel y a cuento de qué, el caso es que: ¿A alguien hoy en día se le ha ocurrido hacer algo semejante? seguro nadie los tiene bien puestos, gracias pero con el fantástico 3D para que necesitamos actores multiplicados, nunca los hubo y nunca los habrá; Solo Van Damme ha sido capaz de llevar a cabo semejante hazaña. Muy buena película.


PD: ¡Ah no perdón! que Van Damme no fue el único, hubo otro que le echó más narices al asunto: Dominique Pinon en "La ciudad de los niños perdidos", y éste multiplicado unas cuantas veces, no se quedó corto.