Se ha hablado mucho y aún se hablará más de la actuación de Bárbara Lennie en esta película. Yo suscribo todo lo bueno que se diga de esta interpretación y lo doblo, sin duda la actriz está desbordante en un papel que muchos habríamos considerado poco conveniente para ella. Pero también creo que si "María (y los demás)" es lo que es, ello se debe principalmente a Nely Reguera. No me ha extrañado saber que la directora trabajó como ayudante de Mar Coll en "Tres días con la familia", sin duda son películas similares en la manera de plasmar los dramas cotidianos y de escarbar en las relaciones de familia. Y, sobre todo, creo que es muy similar la planificación del film mediante un guión redondo y una dirección contenida.

Esta película constituye una sucesión de escenas con frases memorables, y no ya por su grandilocuencia, sino por su brillantez y verosimilitud respecto de cada situación. Y tan ajustadas son las palabras que se dicen, como las que no se dicen y todos sabemos que María está pensando. Todo ello revela una perfecta sintonía entre el guión, la dirección y el montaje, con un elenco artístico que sin duda se entregó en el empeño. Reguera saca petróleo de situaciones que pueden parecernos divertidísimas o trágicas, relatadas con una ternura nunca empalagosa, y que además reconocemos como cotidianas. Lo que atrapa de esta película no son las inseguridades, frustraciones e ilusiones de María (todo a la vez), sino el hecho de poder reconocernos en cada escena de la película. Nos pueden entrar ganas de abrazar o estrangular a los personajes cien veces a lo largo del metraje, a pesar de que la historia que se nos cuenta sea predecible y hasta a veces rutinaria. Y todo transcurre hasta un desenlace coherente y que nos deja con un buen sabor de boca para próximas propuestas de esta directora.