Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de reporter:
4
Terror. Fantástico Versión contemporánea del clásico del cine de terror. Un grupo de adolescentes de los suburbios empiezan a ser perseguidos por Freddy Krueger, un asesino de aspecto terrible y con el rostro quemado que trata de acabar con ellos mientras duermen. Necesitan, pues, permanecer despiertos para protegerse mutuamente. Pero, si duermen, no hay escapatoria. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las calderas vuelven a rugir una vez más en Elm Street, los niños vuelven a entonar aquellas rimas esclofriantes que nos advierten sobre el peligro que entraña un tal “Freddy”, y la cafeína y otros estimulantes se convierten en los mejores aliados de la juventud del barrio. Lo hemos vivido ya siete veces antes (ocho si contamos la serie de televisión... nueve si contamos el combate a muerte contra Jason), lo cual nos hace poner esta revisión del clásico de terror de Wes Craven en el cajón de “¿hacía-falta?”. La respuesta es un rotundo no, pero en tiempos de escasez creativa, en los que la industria ha vuelto tantas veces a resucitar a sus monstruos favoritos para que la gente sigua pasando por caja, la New Line Cinema no podía ser menos.

Sobretodo vistos los buenos resultados cosechados por franquicias tan repetitivas pero que no obstante siguen con su relación idílica con la taquilla (es el caso de las aquí censuradas diabluras del juguetón Jigsaw). También están para entender esta nueva pesadilla, las exhumaciones de cadáveres tan célebres como el de Leatherface, el “pequeño” Voorhees o Michael Myers. Se suma ahora a la juerga otro viejo conocido, nuestro hombre del saco predilecto, el Sr. Krueger, que obviamente no podía quedarse fuera de esta fiesta de mayorcitos que se resisten a caer de la memoria colectiva. Viejos asesinos nunca mueren.

Para ello, Michael Bay y sus amigotes (que ya le están cogiendo gusto a esta clase de readaptaciones) ponen a los mandos del barco al debutante Samuel Bayer, curtidísimo director de videoclips cuyas primeras andaduras en el mundo del largometraje no han dejado demasiado buen sabor de boca. También hay que entender que al pobre hombre lo han puesto a capitanear una nave cuyo timón no puede moverse. Esto es, ‘Pesadilla en Elm Street: El origen’ es el típico producto de estudio, confeccionado casi por completo en los despachos de los altos ejecutivos, quienes han demostrado en incontables ocasiones que no les perturba el sueño el tener que recorrer a la necrofilia (porque en esto se traduce este tipo de proyectos).

Son los peces gordos que, por no querer ver a sus protagonistas lucir looks pasados de moda, conducir antiguos carromatos familiares y tragarse efectos especiales de la vieja escuela (ahora se lleva mucho más lo digital, los coches alemanes chic y los modelitos ajustados que realzan las curvas de las adolescentes), deciden hacer una película más apta para los ojos del siglo XXI, que sin duda mola mucho más que el anterior. Ésta es la única meta artística reconocible en las nuevas andaduras de Freddy, el resto ya lo conocemos de sobras. Sacarse de la chistera una nueva historia del universo Springwood hubiera sido algo insostenible, y más teniendo en cuenta la última pesadilla metafílmica ideada y dirigida por Wes Craven, de modo que la solución es una especie de mezcla de dos conceptos que están ahora tan de moda en el género de terror: remake y precuela.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow