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España España · Barcelona
Voto de reporter:
7
Comedia. Drama. Romance Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A raíz del último trabajo de Woody Allen, en la inauguración de la 64ª edición del Festival de Cine de Cannes, se hizo inevitable no hablar de la nostalgia. Darse la vuelta y remontarse en el tiempo con posado romántico (incluso melancólico, si la ocasión lo requiere) para encontrar la inspiración dio resultado con 'Medianoche en París'. La misma táctica lleva aplicando el francés Michel Hazanavicius desde hace no pocos años. Cinco hace exactamente del estreno de 'OSS 117: El Cairo, nido de espías', que tuvo la correspondiente secuela tres años después con 'OSS 117: Perdido en Río'. Ambas formaban la que vendría a ser la respuesta francesa a la saga "Austin Powers", de Michael Myers. Una propuesta que lejos de conformarse con dar réplica al fenómeno británico, ofreció una más que atractiva alternativa al actualmente tan sobado cine paródico.

Con un mimo encomiable por el estilo y con un sentido del humor mucho más agudo de lo que en un principio cabría esperar, Hazanavicius se reía de los clásicos del sub-género espía, sin perder jamás el respeto hacia los mismos. Es como el alumno que se ríe de su maestro sin olvidar que está en deuda con él. Una actitud muy similar adopta para 'The Artist', arriesgadísimo filme mudo presentado en blanco y negro (a la vieja, viejísima usanza, vaya), que por la apuesta formal, a nuestra cabeza solamente llega el concepto ''milagro''. Porque no cabe sino catalogar de milagro el que, en pleno siglo XXI, con las -malditas- gafas polarizadas imponiéndose cada semana más en las salas de cine, alguien tenga el atrevimiento -o la locura- de llevar adelante una película muda y carente de color. Parece también fruto de una intervención divina el que alguna productora (en este caso, la de los omnipotentes hermanos Weinstein, poca broma) haya tenido fe en dicho proyecto. Lo mismo puede decirse de que dicho filme haya entrado en el circuito comercial, más allá del art house festivalero, que a priori parecía su único destino.

Precisamente el primer destino que se había pensado para la presentación en sociedad de la cinta fue la Sección Un Certain Regard de Cannes (la conocida como segunda división en dicho certamen). Afortunadamente, a algún genio se le ocurrió que la Sección Oficial a Competición quizás sería un mejor escenario para dicho filme. Cambio de programa de ultimísima hora que se tradujo en uno de los mayores éxitos este año en la Croisette. A partir de ahí, la enésima confirmación del buen olfato de los Weinstein, que una vez más, han apadrinado una película que allá donde va ha conquistado los corazones de los espectadores... y que incluso suena para los Oscar. Se hace no obstante difícil visualizar a Hazanavicius y compañía conquistando la Academia, pero esta percepción se debe solamente a la aparente ligereza y tono desenfadado con la que se ha envuelto 'The Artist'.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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