La aparición de la virgen a una chica agnóstica es la base de esta comedia un tanto extraña, que aunque tiene algunos momentos graciosos no termina de funcionar.

Rodada en Viterbo (Lazio) en el norte de Roma por Gianni Zanasi con guión de el y Federica Pontremoli clausuró la quincena de realizadores del Festival de Cannes recibiendo críticas tibias.

Zanasi dirige con cierta elegancia visual, pero se introduce en gags y diálogos con tópicos ya muy vistos. Sin llegar a ser una película religiosa, da la impresión que da un discurso de que con la fe religiosa sería la vía para solucionar la corrupción y la especulación urbanística. Todo ello con un envoltorio optimista y populista.

Ana Rohrwacher sabe mostrar muy bien su habilidad para la comedia interpretando a esta simpática fotografía que le encargan hacer los planos de unos terrenos donde se va a construir un gran edificio, pero que contiene "ciertos errores" para lo que tendrá que hacer la vista gorda. Allí es donde se le aparece la virgen diciendo que tiene que construir una iglesia en ese mismo lugar.

Los mejores gags son los enfrentamientos con la virgen María ya que resulta ser muy agresiva y Lucía al principio se piensa que es una refugiada que necesita dinero y comida. Ya que el hecho de que a la virgen solo la vea ella, lleva a situaciones cómicas en sus discusiones y peleas.

Un film irregular con ciertos momentos de comedia alternados con momentos serios que no terminan de cuadrar.
Destino Arrakis.com