Una pequeña joya que sin excesos ni aspavientos, consigue transmitir un encanto tierno y conmovedor, a la par que un gusto por su evocadora banda sonora y el universo de la canción en general. Un ejemplo del extraordinario valor de la música, que en esta película se tiñe de humildad más que de otra cosa para demostrarnos que es tan necesaria y beneficiosa para la vida que no necesita de grandes presupuestos para disfrutarla, sino de sólo saber apreciarla.

Una película honesta pero de significado profundo y sincero, que roza el buen gusto y tiene mucho que decir. Muy recomendable.