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Voto de Redrum:
10
Drama. Ciencia ficción Gran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven. Es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de ... [+]
7 de diciembre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un terrible episodio le ocurrió en 1944 durante el apogeo de la Segunda Guerra Mundial-, al escritor inglés Anthony Burgess y a su esposa embarazada quienes fueron asaltados en Londres por cuatro soldados norteamericanos. A consecuencia de la paliza, su esposa sufrió un aborto. En 1962, a partir de esta devastadora experiencia el autor la utilizó como inspiración para su novela más famosa: “A Clockwork Orange”, “La Naranja Mecánica”.

Vale la pena detenerse y preguntarse ¿Es el ser humano una especie violenta por naturaleza?, o, por el contrario: ¿Es ésta sociedad violenta con los individuos que la forman? Es el cuestionamiento que nos hace Stanley Kubrick a través de una de sus obras más polémicas y por lo demás una de las más recordadas de su breve pero perfecta filmografía.

Lucha individual y colectiva

Malcolm McDowell, protagonista del filme señaló en una entrevista que A Clockwork Orange se podría traducir como “la capacidad de elegir del hombre”. El actor que personifica a uno de los personajes más carismáticos del cine, en este caso Alex; nos habla del libre albedrío en una sociedad donde cada uno de nuestros actos trae consecuencias. Alex junto a sus amigos (drugos), consumen habitualmente drogas y actúan sistemáticamente de manera ultraviolenta: ejecutan robos, palizas, abusos, violaciones, humillaciones de aquellos más débiles, y constantes peleas con otros grupos de adolescentes. De este modo, la tesis acerca de la innata crueldad del ser humano aparece en su más cruda expresión: Se trata simplemente de una “opción” más a escoger para el esparcimiento; una opción “válida” según los cánones aprehendidos del entorno agresivo, segregador, hiperindividualista y desestructurado en el que viven los protagonistas, donde las preocupaciones básicas (vivienda, trabajo, dinero) priman sobre una familia y una educación decadentes o inexistentes, incapaz de atajar los instintos agresivos en sus primeras manifestaciones.

En este sentido, “La naranja mecánica” trata principalmente de la libertad del individuo contrapuesta al bien del colectivo, y se plantea hasta qué punto es legítimo que el colectivo, a través de sus representantes (¿o son los representantes los que deciden en última instancia por el colectivo?), destruya al individuo en función del interés general.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Redrum
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