Acudo anualmente desde hace 6 años al festival de cine fantástico de Sitges, donde acostumbro a dejarme sorprender por los autores en las películas que voy a ver.
Pero ninguna me había dejado tan pegado al asiento como ésta, concretamente el primer mediometraje, "Cutting moments". Es tal la atmósfera entre los personajes, el ambiente de esa vivienda (por llamarla de alguna forma), y tan contundente el desenlace, que te produce muchas sensaciones, la mayoría desagradables. Pero el cine, según mi opinión, debe provocarlas.
Otra cosa son las otras dos historias, "Home" es pasable, y "Prologue" no me gustó nada.
Pero vale la pena.