Recomendaría esta película sobretodo a aquellas personas que están por la legalización de las drogas. Seguro que no han sufrido esta lacra en su entorno. Lo que narra la película es la pura realidad. Algunas escenas duras hasta el punto en que tienes que apartar la vista. Estupenda interpretación tanto de Fernando Guillén que borda el papel de comandante y que decir de José Luis Manzano y de Pirri con su peculiar forma de hablar de enganchao.
No quiero dejar de citar algunos detalles sobre la uniformidad de la Guardia Civil:
El comandante y el coronel, excelente. El teniente, pésimamente caracterizado (hasta las dos estrellas parecen hechas de papel de plata), los guardias que salen cuando el jaleo de las fotos en la cárcel, espantosa caracterización ( no así la interpretación que se ajusta perfectamente)