“El último tren de Gun Hill” es la historia de una venganza. La lucha por el cumplimiento de la justicia a cualquier precio. Es una película donde tienen protagonismo valores como el honor, la ley y el amor a la familia por encima de todo.
Un Kirk Douglas en estado de gracia es un sheriff de un pequeño poblado del Oeste americano. Cuando atentan contra su familia, buscará la forma de hacer justicia.
Anthony Quinn es su antiguo amigo (ambos con un supuesto pasado delictivo), al que no ve hace años, y que le salvó la vida tiempo atrás, ahora convertido en un poderosísimo terrateniente que domina todo el feudo de la comarca. Quinn es padre de un muchacho veinteañero malcriado y con todo tipo de facilidades. Carolyn Jones aporta el toque femenino.

Sobre un guión prácticamente redondo y con evidentes referencias a “3:10 to Yuma”, de Delmer Daves, estrenada el año anterior, John Sturges logra ensamblar todas las piezas, cual maquinaria engrasada, para conseguir un film más que estimable.
Rodado en el fantástico sistema Vistavision, son destacadas las panorámicas, como las de los planos en el bosque, o el tren que circula por el centro de la ciudad incorporado al paisaje.

Lo mejor del film es la habilidad de Sturges para mantener la tensión durante casi todo el tiempo. En esta faceta es realmente brillante. No es menos notable el estupendo encuentro entre Kirk Douglas y Anthony Quinn. Los diálogos, nunca gratuitos y siempre útiles, contienen frases de las que el espectador retiene (dejo algunas en spoiler). Y tampoco está exenta de un cierto dilema moral.

Sturges pasaba por uno de sus mejores momentos creativos. Tras esta estupenda película, rodaría al año siguiente “Los siete magníficos”, obra legendaria del western. Aquí, Sturges dota al film de ritmo, de tensión. Emplea grandes travellings y movimientos, y otorga gran protagonismo a dos estrellas que se salen. Estrenada en verano de 1959, fue un buen año de western, como lo demuestran “Río Bravo”, “Pistolas de oro”, “El árbol del ahorcado”, “Misión de audaces” o “Duelo en el barro”.

“El último tren de Gun Hill” es en conjunto muy entretenida y de gran disfrute. Muy recomendable.