Estamos ante un film centrado en la doble vida de un hombre rico, poderoso, con una familia de nivel alto norteamericana que padece una enfermedad, y no cualquier enfermedad, una del tipo mental que le lleva a necesitar liberar sus tortuosas ganas de matar a desconocidos. Lo de la doble vida ya estaba en otras películas, por ejemplo, "El adversario" y lo de encontrarnos a Kevin Costner haciendo de asesino en serie es un momento, nada más, no tiene tampoco más mérito que el hecho liviano de que el Sr. Costner ya se haya cansado de hacer de jugador de beisbol siempre a punto de retirarse (ya no da la talla). Pienso que Costner se ha labrado a lo largo de los últimos años una antipatía entre el público (excepción hecha de mujeres de 30, 40 o más) desde que los tiempos de "Bailando con lobos" quedaron atrás y sus pastelones románticos no le abrieron más puertas de las que ya tenía abiertas. Entonces, hay que agradecerle estos riesgos, que no son tantos. Aquí se encuentra con otra actriz en horas bajas, Demi Moore, que no obstante tiene otro film reciente rondando por allí bastante aceptable como es "Un plan brillante" que, no se si por la siempre recomendable opción de ver los films en versión original, deja una muy buena impresión en esta película. Cualquier crítico se lo pensaría dos veces antes de afirmarlo, pero no tengo nada que perder. Quedaron atrás los tiempos de "Striptease", de "La teniente O'Neal" y demás subproductos de venenoso recuerdo.
El hecho de que "Mr.Brooks" acabe siendo una buena propuesta para una tarde de cine, un thriller sobrio, correcto, bastante entretenido va más allá de que uno busque en la filmografía de su director y ate cabos de genio o talento, porque el señor Bruce A.Evans, de nombre de dificil memorización, sólo ha hecho dos películas en quince años, ésta y atención al dato "Kuffs" aquella peliculilla con Christian Slater del 92. Hagan ustedes un estudio relacionando ambos trabajos. Tuvo, eso sí, su momento de gloria cuando le nominaron al Óscar por el guión de "Stand by me" a mediados de los 80 y poco más. Ha debido tener una carpintería o algo por el estilo porque del cine no ha podido vivir simplemente.
Seguramente nuestros distribuidores deben tener todavía más miedo a Costner de lo que le temen en las taquillas del resto del mundo porque España ocupa de los últimos puestos en fechas de estreno de ésta película, que con toda seguridad no resolverá sus problemas de confianza. Pero deberían echarle un vistazo, dejarse llevar por su esquizofrénica visión del asesinato, por el hecho de presentar una frialdad inusual en sus reflexiones, porque a veces es tan cortante como un cuchillo boca arriba, porque está bien realizada y porque casi nunca va de moralizante y mantiene en vilo.
No le vamos a dar ningún premio ni tan siquiera entre las 30 mejores del 2007. Pero no es otra sosería made in Costner, deja huella, poso enigmático. Vaya, que atrapa.