Durante la media hora inicial la película me parece bastante interesante (de ahí el 5), pero confieso que me descabalgué después de la primera parte.

Sí, está claro que el director (o el autor de la novela gráfica) quería reflejar claramente esa "fase de negación" o estrés post-traumático que todos, especialmente una pareja de pueblerinos ultraconservadores que idealizan la guerra que vivieron de niños, tendríamos después de una situación así...pero me parece que hay una fina línea entre la inocencia y la estupidez. Además de alargar innecesariamente por más de 40 minutos ese estado de negación, el director parece que decidió optar por la estupidez, y con ello, en mi opinión, mostrar una falta de respeto a la inteligencia del espectador. Si fuera una película para niños lo entendería, pero todas esas secuencias de imágenes reales, las coñetas con Stalin, Churchill y Khruschev, el uso de la sátira, el vocabulario técnico de la mayoría de diálogos, la elección de la música (Bowie, Waters, Genesis), etc... nos muestran que hay una intención explícita de dirigirse al público adulto.

Y sí, también sé que hay bastante mala leche en la forma en la que el autor caracteriza a la pareja (no entiendo cómo a alguien pueden parecerle adorables, sobre todo él), pero una cosa es parodiar la irracionalidad, la "mentalidad de masa" de unos viejecitos conservadores, y otra muy diferente es llevar la caricatura al extremo convirtiéndolos directamente en gente con discapacidad intelectual severa. Lo siento, no me lo trago. Me parece una falta de respeto a cualquier superviviente real de la guerra -incluido los que sufren de demencia senil-.

Puede que sea una comparación quizás demasiado cliché, pero es inevitable: si quieres ver una película similar que no te trate de imbécil, ve directamente a por "La Tumba de las Luciérnagas" y ahórrate este bochorno.