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Voto de Killer_Wolf:
49,647
Ciencia ficción. Thriller. Acción
El capitán Colter Stevens (Gyllenhaal), que participa en un programa experimental del gobierno para investigar un atentado terrorista, se despierta en la piel de un viajero del tiempo cuya misión es vivir una y otra vez el atentado a un tren hasta que consiga averiguar quién es el culpable. Una oficial de comunicaciones (Farmiga) guiará a Stevens en su viaje a través del tiempo. En el tren el joven conoce a una viajera (Monaghan) por la ... [+]
30 de agosto de 2011
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Discreto autodefinido para mayor gloria del agita cebadas Alfred J. Kwak, seguramente, el actor mas ridículo que haya visto en la última década.
Kwak pone empeño con su galería de tics dignas de un caballo percherón, y ameneza con dar sentimiento a la cinta, obviamente, ni el propio director consigue evitar las carcajadas.
El atroz guión tampoco ayuda, la verdad, aunque el film pueda servir para fusilar minutos, se vuelve repetitivo, sin alma, y complaciente en un tramo final bastante sonrojante.
Aquí no huele a talento, no, huele a tachines.
Se despide dede el Parque del Retiro
El hombre que apagaba la luz cerrando los ojos, el hombre que construyó un chocho de muñeca con 2500 piezas de tente, el hombre que engulló 450 canicas y 230 canicones acompañado de sus tres bulldogs emulando al tragabolas para posterioremente visitar el baño y sus vecinos recordar el desembarco de Normandía, el hombre que subía el Tourmalet en coche y descendía en bicicleta, el hombre que desafío e irrumpió en la conferencia del Papa portando un calabacín y dejando huella con un asombroso traje de esgrima, el hombre que vio llover piedras con la cara de Victor Sandoval, el hombre siempre vuestro, Amador Mohedano.
Kwak pone empeño con su galería de tics dignas de un caballo percherón, y ameneza con dar sentimiento a la cinta, obviamente, ni el propio director consigue evitar las carcajadas.
El atroz guión tampoco ayuda, la verdad, aunque el film pueda servir para fusilar minutos, se vuelve repetitivo, sin alma, y complaciente en un tramo final bastante sonrojante.
Aquí no huele a talento, no, huele a tachines.
Se despide dede el Parque del Retiro
El hombre que apagaba la luz cerrando los ojos, el hombre que construyó un chocho de muñeca con 2500 piezas de tente, el hombre que engulló 450 canicas y 230 canicones acompañado de sus tres bulldogs emulando al tragabolas para posterioremente visitar el baño y sus vecinos recordar el desembarco de Normandía, el hombre que subía el Tourmalet en coche y descendía en bicicleta, el hombre que desafío e irrumpió en la conferencia del Papa portando un calabacín y dejando huella con un asombroso traje de esgrima, el hombre que vio llover piedras con la cara de Victor Sandoval, el hombre siempre vuestro, Amador Mohedano.
