Que quede claro: nadie se espera en una película de éste tipo, (y menos una tardía secuela) una obra maestra que reinvente el género, otra cosa es que el cachivache de turno aburra a las morsas.

Eso es lo que produce 300: El Origen de un Imperio, un desbarajuste de violencia sin sentido, sangre y decapitaciones a cual más fantasma y vacía.

Nada brilla por su originalidad, tampoco buscamos una epopeya histórica ni nada por el estilo: queremos entretenimiento descerebrado puro y duro. Pero aquí ni eso.

Ni las turgentes curvas del pseudo polvo con la exuberante Eva Green logran empalmar el ánimo del espectador, a esas alturas, ya estás más que harto de tanta "violencia" sin sentido. Los filtros de contornos ocres y fríos le hacen un flaco favor, pues no logran ocultar la mediocre dirección de Noam Murro.

No es más que una obra muy, pero que muy menor, comparada con la original. La grandilocuencia de aquella, se ve defenestrada por unos diálogos insulsos, personajes sin carisma, (excepción para las tetas de la Eva Green, que las tiene muy buen puestas, todo hay que decirlo) y un tufillo a video-juego carne de surtido eroski. Es una copia mala del God Of War, una especie de spin-off cuyo irremisible destino es caer en el olvido más profundo de, como ya he dicho antes, cualquier surtido de dvds cutres.

Vuelvo con la Eva Green, pues no sé cómo esta actriz está hundiendo su carrera de esta forma, ya conocíamos sus atributos en Soñadores, no hacía falta que los volviera a pasear película tras película, a este paso le van a coger frío... Tan fría como su actual carrera, que no pasa de ser un bello rostro, de exuberantes curvas pasto de los directores americanos más burdos. Tanto talento desperdiciado para ofrecer escenas que calienten la entrepierna de onanista promedio... En fin, una película más del montón, tan fallida como la Inmortals y aburrida como el jeto del Xerxers...