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Voto de Álvaro García:
2
Acción Casey es un chico occidental cuya pasión por la filosofía ninja le lleva hasta Japón para estudiar Ninjutsu. Su instrucción avanza favorablemente y su Sensei le pregunta si estaría dispuesto a volver a Nueva York para proteger la legendaria Yoroi Bitsu, un arcón blindado que contiene las armas de los últimos Ninja Koga. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2022
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¿Alguna vez habéis intentado comer / digerir por error una patata cruda?

Pues eso mismo resulta ser esta película: algo incomestible / indigerible.

Es todo (pero TODO: guión, interpretaciones, personajes que salen de la nada y desaparecen, cambios de cámara, musiquita, dirección, doblaje...) hasta tal punto patético, que incluso roza lo cómico. Parece que lo hagan a propósito.

La escena de la piva-ninja sujetando la muleta en el metro con cara de dragón en plan "be water" y "ojo que tengo una muleta" no tiene precio. Pero es que esta cinta está repleta de joyitas así. Plagadita...

Ver el desdén con el que se mueren los personajes es todo un espectáculo. La expresión de asombro del policía cuando el ninja malo (con un negro atuendo de buzo-spider-man con máscara y gafas de sol incorporadas en la tenebrosidad del alcantarillado) saca su katana-láser (sí sí, láser, brillando en azul en la oscuridad) es que no tiene desperdicio. Y las caras de "japo-negger" que pone el malo en cada secuencia son ya para nota.

Como lo son todas y cada una de las interminables absurdeces con las que nos brinda el director: el salto a lo Batman (con capa voladora y todo) del malo desde lo alto de una azotea y encima cargando con un rehén en brazos para aterrizar en el suelo sin despeinarse. La lucha de tebeo en el templo masón. El arquero salido de los bosques de Sherwood. Los luchacos-boomerang. Los disparos que solo encuentran cuerpos en su camino pero nunca coches, muros o ventanas. Saltos imposibles. Estruendísimas peleas callejeras en pleno centro urbano pero sin peatones ni coches rodando ni gente curiosa asomándose por las ventanas, ni un alma más que los incansables flipa-luchadores... Etc... WTF?

Es todo un batiburrillo que no hay ni por dónde cogerlo. Tenían que haberla titulado "Ninja Movie" y haberla clasificado como "Comedia". Habría encajado mucho mejor en la audiencia.

Y encima ver al prota pretendiendo tomárselo en serio (con flash-backs estilo "sen-sei maestro zen / alumno guay zen"), hace que el cachondeo sea aún mayor. Mayúsculo.

Pero lo mejor: que después de hora y media dándose de ostias y mamporros sin parar recorriendo toda la ciudad por arriba y por abajo, en la pelea final y en mitad de ella, el ninja bueno llega un momento en el que ya hasta los huevos se detiene (¡con dos cojones!) para decirse a sí mismo:

"Pero bueno, vamos a ver, qué coño está pasando aquí... Vamos a parar un momento pero no para coger aire (porque yo ni jadeo ni me canso), sino que voy a cerrar los ojos y a meditar durante unos segundos para poner mi cara de 'hasta aquí hemos llegado porque hasta ahora en realidad no estaba peleando, todo lo que han visto ustedes ha sido un mero calentamiento, pero a partir de ahora y con mi gesto plomizo trascendental de Karate-Kid sí que voy a empezar a dar caña y de la buena'... ¡Así que prepárate para tragarte mi katana hasta el fondo, pedazo de cabrón! ¡Te voy a castrar desde la garganta p'abajo, joputa!"

Y el final, os lo podéis imaginar. Pero tampoco os he desvelado nada, tranquilos, porque antes de empezar a ver esta caricatura de película uno ya sabe cómo va a terminar.

Todo son situaciones absurdas e hilarantes, pero por doquier.

Resumiendo, lo de siempre: el bueno (que luego son varios buenos) y el malo (que luego son muchos malos) a ostias pero en plan ninja (o eso dicen ellos) y a lo cuuutre, y además sin una historia que lo hile todo, y la poca que hubiera se diluye. No hay un propósito.

Me quedo más a gusto comiéndome la patata cruda y soltando el muñegote en el váter.

Lo peor: las interpretaciones (y las situaciones absurdas).
Lo mejor: las interpretaciones (y las situaciones absurdas).

Os lo juro, si queréis echaros unas risas tenéis que ver esta mieeerda. Cachondeo asegurado.
Álvaro García
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