Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Kevin Laden
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Kevin Laden:
8
Voto de Kevin Laden:
8
13 de octubre de 2018
13 de octubre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Volviendo a ver esta joya de Javier Fesser (El milagro de P. Tinto, Camino) que el año que viene optará al Oscar, y en la que el humor se ejecuta de la mejor manera posible. Pocos directores serían capaces de tratar el tema de la diversidad funcional con tan buena mano, pero sin renunciar a su toque extremadamente ácido.
En un momento dado, Fesser nos pone en frente a su equipo de baloncesto, y nos deja unos segundos para reaccionar. Vemos su aspecto, sus expresiones, sus de culo de vaso y sus miradas perdidas, y el público puede permitirse el lujo de ponerse en evidencia antes de que empiece la trama. Luego empezamos a conocer a los protagonistas, y los tabús empiezan a romperse. Cómo sufren, cómo se divierten, cómo son rechazados, cómo se les quiere, cómo los explotan, cómo se superan. Y las personas "normales" nos seguimos poniendo en evidencia, porque lo normal es ignorar al diferente, evitar hablar de ello, perseguir el reconocimiento a toda costa mientras, detrás de la galería, nos dedicamos a destrozar vidas por coger el coche con unas cuantas cervezas encima.
Cuando parecía que la comedia en el cine español estaba muerta y ya la habían devorado por completo los gusanos, que ningún título iba a ser capaz de hacer que me descojonase, llegó "Campeones".
En un momento dado, Fesser nos pone en frente a su equipo de baloncesto, y nos deja unos segundos para reaccionar. Vemos su aspecto, sus expresiones, sus de culo de vaso y sus miradas perdidas, y el público puede permitirse el lujo de ponerse en evidencia antes de que empiece la trama. Luego empezamos a conocer a los protagonistas, y los tabús empiezan a romperse. Cómo sufren, cómo se divierten, cómo son rechazados, cómo se les quiere, cómo los explotan, cómo se superan. Y las personas "normales" nos seguimos poniendo en evidencia, porque lo normal es ignorar al diferente, evitar hablar de ello, perseguir el reconocimiento a toda costa mientras, detrás de la galería, nos dedicamos a destrozar vidas por coger el coche con unas cuantas cervezas encima.
Cuando parecía que la comedia en el cine español estaba muerta y ya la habían devorado por completo los gusanos, que ningún título iba a ser capaz de hacer que me descojonase, llegó "Campeones".