No entiendo cuál es la bulla con esta película. El mérito es volver a contar una triste historia que debe ser contada en cualquier medio las veces que sea necesaria. Pero esto no es motivo para ser nominada al Oscar como mejor película. Solo para destacar la actuación de Liev Schreiber con su constante impavidez. Mark Ruffalo, bien en una escena de rabia e impotencia, escena que desencaja en medio de tanta “normalidad”. Michael Keaton, lástima desperdiciar tanto talento, el guion no le dio espacio para mostrar lo que lo ha hecho uno de los mejores actores vivos. Rachel McAdams, ni pena no gloria, igualmente sin guion.