Johannes (Birger Malmsten) regresa a su pueblo natal luego de varios años, vuelve hecho un hombre y un marinero completo, llega a buscar a Sally (Gertrud Fridh), un amor del pasado al que le prometió que iba a volver, sin embargo, la noticia de la muerte de su padre el capitán Alexander Blom (Holger Löwenadler), lo llevará a una fuerte crisis.

El protagonista se dirige a una playa donde tiene una catarsis recordando lo acontecido antes de irse a la mar, de está forma mediante un extenso flashback se da el grueso del metraje, indagando en el momento en que estos tres personajes se conocieron, siendo Sally un punto medio amoroso entre padre e hijo.

Tercer largometraje dirigido por Ingmar Bergman, filme impuesto como fue costumbre en esta primera etapa mientras se hacia un nombre propio dentro de la industria fílmica sueca, contrario a sus dos primeros trabajos, en este escribe el guion basado en una obra teatral del autor Martin Söderhjelm.

Esta película, al igual que sus predecesoras, da claras muestras del talento de Bergman, abordando algunos temas que seguirá explorando a lo largo de su filmografía, en este caso las tensas relaciones paterno-filiales y las crisis de sus personajes, envolviendo todo acá en un melodrama romántico que lejos de empalagar, hiere y golpea por partes iguales.

Una obra pequeña para Bergman pero que son interesantes de ver para visualizar el talento en esa primera etapa de este realizador.