La película se centra en un grupo de hombres que trabajan en un taller mecánico, pasan sus días laborales entre cervezas, juegos de póquer y pasteles. Son tipos descuidados, tranquilos y con poca preocupación, se detalla el ambiente que tienen en sus respectivas familias.

Pronto descubren que el taller lleva varios años atrasado con el pago de impuestos, gracias a uno de ellos se dan cuenta que pueden correr la maratón de Róterdam, conseguir un patrocinio y salvar su lugar de trabajo.

Es en ese punto donde inicia el periplo de estos hombres por intentar convertirse en atletas… o al menos, en tener la capacidad de correr el poco más de 42 kilómetros que amerita la maratón, es también en ese punto donde inicia el film y se vuelve más agradable.

De Marathon es una comedia ligera, bien interpretada, un producto que busca jugar con el sentimentalismo del espectador con sus protagonistas -un par de ellos en especial-, es predecible y por momentos repetitiva, al inicio aburre, luego toma más forma.