La animación clásica y esas voces del pasado te dan ganas de llorar de tanta nostalgia. Me he acordado de ella por Internet, pero en los canales actuales al uso no la veo por ningún lado y veo que este mundo se va a la mierda por no rememorar esos cariñosos tiempos.
Willy Fog, el carismático león que interpreta al protagonista de la obra de Julio Verne (con el nombre un poco retocado) intenta dar la vuelta al mundo acompañado por unos (por decirlo suavemente) entrañables colegas como Rigodón y Tico (éste último mi favorito), y perseguidos por unos detectives bastante tocapelotas y cabezotas emulando a Sherlok Holmes y Watson.
Tampoco tiene desperdicio el malvado Transfer, un lobo enviado a hacerle la vida imposible a Fog durante todo el viaje con sus complejos de Mortadelo (disfraces a todo trapo) y su "ojo de cristal".
Para mí es la aventura por excelencia de las series animadas. Desgraciadamente todo lo bueno tiene secuelas y esta serie tuvo una segunda temporada que ni me molestaré en criticar o comentar siquiera.