Dividida por las opiniones enfrentadas que esta película provoca y tras leer algunas de estas críticas, me decanto por ponerle un 7. Porque es verdad que con elegir personajes excéntricos y desgraciados no es suficiente como para obtener premios, pero tampoco por ello hay que denostar a este film que cuenta la vida real de una quinceañera negra a la que le pasa de todo lo peor: violada por su padre y con una hija Down por ello. Vuelta a violar y con otro hijo por ello. Maltratada por su madre, sin amigos, con obesidad mórbida. Y pese a todo ello la chica se rebela como puede para intentar salir de esa vida de pesadilla. El mérito de la película radica precisamente en eso: en la obstinada lucha por la vida de una adolescente en la peor situación imaginable. Porque desgraciadamente aún sigue siendo la mujer negra el paradigma de la opresión.