Existen abundantes filmes de profesores que se salen de la norma. Maestros con métodos poco ortodoxos contra el sistema, algo que a estas alturas ya debería ponernos a la defensiva. En el caso de Radical tenemos la suerte de visionar una película sincera y acertada, protagonizada y producida por un gran actor como Eugenio Derbez y rodada sin artificios.
Se basa en una historia real situada en una población deprimida de la frontera de Méjico y la corrupción más la criminalidad dominan un entorno claramente dificultoso para la educación y las opciones de disponer de un futuro en condiciones. Zalla acierta en su modo de contar las cosas, logrando en todo momento una cercanía por parte del espectador a los chavales protagonistas y a su profesor, evitando caer en la sensiblería y despertando enormes aplausos en la Sección Oficial de la edición número 27 del Festival de Málaga.
Muy recomendable.