Muchas son las variantes e historias sobre el personaje de Papá Noel, y más de uno su protagonista. Uno de ellos referido a un obispo cristiano de origen griego (Nicolás de Anatolia), sus reliquias se encuentran en Italia. Otro de ellos Nicolás de Bari, de acomodada familia, que tras perderla por la peste repartió todos sus bienes entre los más desfavorecidos y tenía especial predilección por los niños. Pero quien inspira esta película es otro NiKolás (Finlandia, Laponia), también con un amor especial hacia los pequeños y una fijación sobre regalar en navidad a estos para hacerlos felices. No es de extrañar que en Finlandia fuese la película más vista del año, es una historia autóctona de proyección mundial, pues gracias a este personaje real se perpetuó hasta hoy día la entrega de regalos por Navidad a manos de cada cabeza de familia. No está mal para conocer una de las genuinas historias del mito, pero es una película simple que únicamente cuenta o aclara cosas como que Papa Noel no vive en el Polo Norte ni está rodeado de duendecillos, ni regala Playstations. Es algo más hermoso que al pasar de boca en boca y de generación en generación se ha desvirtuado un poquito. En fin, curiosa es, pero no como para tirar voladores.