Evidentemente no es fácil trasladar todo un universo como el de los X-Men a una película, decantarse por que incluir y que no es ardua labor, pero lo que si que es imperdonable es que se tomen licencias cambiando e inventando cosas que nada tienen que ver con la historia real. Quitando la acción y los efectos especiales, bastante logrados, el resto de la película es de lo más normal no destacándose de sus antecesoras. Empezando por la licencia de Dientes de Sable, que más bien podríamos llamarlo "Garras"; su aspecto no tiene nada que ver con los cómics, a esto se suma la licencia tomada del parentesco con Lobezno, cosa que en su día en las aventuras gráficas de este personaje se barajó de manera diferente sin dejarlo en certeza (línea ascendente en vez de colateral). Cambiando de personaje, uno que ha sido incluido a mi parecer por las peticiones de los fans tras las anteriores producciones, Gambito, su aspecto para nada tiene que ver con el que recordábamos los lectores. ¿Y que me dicen de Scott Summers? (Cíclope). Se supone que la historia acaece 14 años antes de las anteriores películas, la verdad que no sé que pinta. Para más Inri en las escenas eliminadas entre medio de una revuelta se veía a una niña negra de cabellos blancos, ¿Tormenta?. Señores míos esto es todo un refrito que más vale verlo sin ponerse a racionalizar demasiado, una masacre decorativa que poco tiene que ver con la realidad de los X-Men, a la que puntúo con un 6 pues el 5,6 se le aproxima más que al cinco.