Me esperaba otra cosa un poco menos hollywoodiense, aquí todo se mezcla, todo se roba de otros filmes y el secreto siempre es poner patas arriba a la Iglesia, ese monstruo oscuro que nos oculta todos los secretos para que no podamos conocer la Verdad.

Parece que la New Age ha olvidado a Lutero, precursor de teorías tales como que no hay que fabricar imágenes de santos ni de Jesús claro, de que la oración es directa con Dios y sin necesidad de un intermediario como pudiera ser un sacerdote y que la Iglesia está fundada el la Biblia y en que los creyentes pueden reunirse donde les plazca, sin necesidad de que sea un edificio; cosas que parece que se descubren al escuchar hablar en Arameo a la bonita Patricia Arquette.

En fin, aquí no estamos para discusiones teológicas sino para comentar películas.... y esta no me ha gustado demasiado.