Gong-Ju, adolescente, se ve obligada a abandonar su escuela, e incluso su ciudad (sus padres se encuentran en paradero desconocido) a mitad de curso a causa de un grave suceso del que ha sido protagonista, pero no responsable. Un profesor la aloja en casa de su madre, a pesar de la inicial reticencia de esta, y la vida de esta chica trata de reiniciarse.

El director y guionista de esta película, Lee Su-Jin, se basa en unos hechos reales ocurridos en 2004, en la ciudad de Miryang, para realizar este primer largometraje de su carrera cinematográfica..

Lee Su-Jin consigue con una sobria dirección (muchos primeros planos y planos medios, siguiendo en muchas ocasiones con la cámara a sus personajes) plena de belleza ir presentando al espectador, a modo de pinceladas que poco a poco irán dando sentido y forma a la totalidad del cuadro, apoyándose en unos muy descriptivos, a la vez que escuetos, flashbacks, esta  historia cruel, por lo sucedido a la protagonista y, quizá aún más, por el posterior comportamiento de la mayoría de su entorno con ella. Se podría pensar que a Lee Su-Jin se le fue la mano a la hora de cargar las tintas del drama que cuenta en su guion, pero se puede comprobar, indagando en internet, que una vez más la realidad iguala a la ficción si es que no la supera. Sin embargo no todo es drama, negativismo en esta obra (ello mostrado casi como si estuviésemos ante una película de terror), también hay espacio para exponer el valor de la amistad, y otra serie de comportamientos humanos en personajes secundarios que dan a este filme hasta un cierto tono costumbrista en algún caso. Pero, sobre todo, el mayor mérito de esta película, a mi juicio, radica en la lucha de esa muchacha, que apenas hace nada ha dejado de ser niña, por tratar de salir adelante sola, al carecer de cualquier apoyo (extraordinaria la idea de la imagen del empeño que pone por aprender a nadar con el motivo que tiene para hacerlo), pues la única persona que trata de acercarse a ella amistosamente no conoce, ni Gong-Ju se lo puede decir, la verdad que consume a su esquiva compañera.

Magnífica la interpretación de Chun Woo-Hee como la joven protagonista, teniendo además en cuenta que la actriz tenía durante el rodaje más de diez años de la edad que su papel representa.