Los Park, un matrimonio con dos hijos, son una familia muy rica que reside en una gran mansión construida por un prestigioso arquitecto. Los Kim, un matrimonio, al igual que los Park, también con dos hijos, como los anteriores, chico y chica, son una familia muy pobre que vive en un semisótano con toda clase de incomodidades. Por una casual circunstancia el hijo de los Kim entrará en casa de los Park y poco a poco, aunque en muy escaso espacio de tiempo, lo hará el resto de su familia.

Bong Joon-ho dirige esta película cuyo guion escribe junto a Jin Won Han basada en una cinta, también coreana, de 1960.

Este multipremiado film, que comienza como una comedia que parece ser una sátira, o una fábula (en ningún momento se puede llegar a pensar que la trama que se nos presenta pueda querer tener visos de realidad, demasiado disparate y personajes caricaturescos para ello) entre la diferencia de dos familias, una que disfruta de una gran riqueza, y otra sumida en una pobreza casi absoluta (esta parte ocuparía la presentación), deriva hacia el drama, con tintes cómicos, rozando lo grotesco, de humor muy negro, incluso cruel (parte central de la historia) y finaliza de manera trágica; todo ello dentro de un ambiente de suspense y enorme cinismo.

Por supuesto que no estamos ante un guion original, tanto porque parte de una película anterior, como porque el encuentro, enfrentamiento, entre pobres y ricos ha sido tratado en el cine en numerosas ocasiones.

Ante un guion que llega a alcanzar tal grado de enredo se ve de antemano que su conclusión no puede ser sencilla, aunque sí con numerosas opciones para elegir. La que escoge Bong Joon-ho no me parece demasiado acertada, siendo, a mi parecer, la parte más floja de este trabajo.