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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
7
Drama Un adolescente desarrolla poco a poco un odio visceral hacia su madre, una mujer muy pasiva que le transmite sentimientos de culpa. Todo en ella le resulta irritante, desde su comportamiento vulgar hasta su mal gusto en el vestir. Pero, por mucho que el chico la cubra de reproches, ella o finge indiferencia o se limita a afearle su conducta. (FILMAFFINITY)
6 de junio de 2011
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dolan escribió el guión de J'ai tué ma mère con apenas 17 años. Estamos ante un autor prematuro que en su ópera prima vino a condensar parte de sus experiencias personales y sus inquietudes artísticas. Referencias literarias, música lánguida e interiores rococó pueblan el microcosmos de esta película tan incómoda. La violencia no viene de la cámara: es más, Dolan plantea la fotografía como un accesorio sencillo, apenas sirviéndose de planos fijos muy cerrados, lo más cercanos posible a sus personajes, concediéndose de vez en cuando algún momento en ralentí con aspiraciones líricas y ecos a Gus Van Sant y Wong Kar-Wai. La agresividad emana de las palabras que se lanzan como dardos envenenados un hijo homosexual en pleno zenit de hormosas, con una identidad confusa y un humor más que variable, a una madre un tanto especial, incapaz de controlar los desaires de su único retoño.

La película es una sucesión enervante de reproches, discusiones y momentos de máxima tensión familiar. La batalla se libra en espacios cerrados, en una especie de mobiliario mórbido y anticuado, en un ambiente claustrofóbico, estéticamente bello pero en el fondo irrespirable. J'ai tué ma mère es un engendro tan pomposo como sublime que destaca por su peculiar coherencia visual, en un juego arquitectónico novedoso dentro del cine moderno en general y dentro del queer cinema en concreto. Contiene la rabia del principiante y la sabiduría del experto, delirios de grandeza y economía de recursos.

Los que no conecten con autores de personalidad infranqueable tendrán un problema para sentir la virulencia de este asesinato verbal tan desquiciante (ojo: Dolan es director, guionista y actor principal del film). Para el resto, queda un film que, pese a sus flaquezas, tiene personalidad, algo muy difícil de encontrar hoy en día, aún menos si el responsable es apenas un púber con la pedantería y las ideas del mejor de los genios. A medio camino entre lo brillante y lo repipi.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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