No sé que le habrán dado de desayunar a Polanski, lo único que se es que no ha desayunado tarta de pera y manzana, y si ha sido así, ha vomitado gloria. Polanski ha tenido una idea, y para no variar, convierte sus ideas en lo que mejor se le da: hacer cine.
A este anciano de 80 años no hay quien lo pare, trasladándonos esta vez al apartamento de los Longstreet, donde dos matrimonios hablan sobre la reciente pelea que han tenido sus hijos en el parque.
¿Y con este argumento de dónde se saca uno una película? Creo que muy pocos directores de cine saben hacerlo, y por eso Un Dios Salvaje es tan original. En primer lugar, hay que decir que es una adaptación teatral de la obra "Le Dieu du carnage" de la dramaturga Yasmina Reza. ¿Y que otra cosa es el cine sino puro teatro? En mi opinión este es el verdadero cine, donde se destaca sobre todo, lo que para mí es lo más importante: las interpretaciones.

Las interpretaciones de Kate Winslet, Christoph Waltz, Jodie Foster y John C. Reilly rozan la perfección. El film está grabada del tirón, sin interrupciones, 79 minutos seguidos donde los actores ya no son ellos mismos sino que se convierten en el matrimonio Longstreet y el matrimonio Cowan. Es admirable cómo durante 79 minutos, cuatro personas pueden fingir ser quien no son, y sobre todo transmitirnos tanto. Esta película te transporta, tu estás en el apartamento de los Loongstreet, a ti también te molesta el sonido del móvil, hueles la tarta de manzana, escuchas el sonido de la cafetera... Quieres marcharte, pero al igual que en la película vuelves a entrar, y con el tiempo te empiezas a sentir cómodo en esa habitación, con esas personas. Sigues tenso, pero te encanta, te encantan esos momentos de desesperacion y locura de la señora Longstreet, te encanta la elocuencia y el sarcasmo del señor Allan, la cogorza de la señora Allan y la espontaneidad del señor Longstreet. Te ríes, pero no solo de sus bromas, chistes o sarcasmos sino que te ríes de sus miradas de odio, de sus caras, de sus aspavientos y de todas sus reacciones. Está tan perfectamente interpretada que transmite la crispación y la ansiedad de sus personajes. !Un Dios Salvaje es tan buena que hasta podría haber durado más! Tiene gracia que lo complicado de las adaptaciones de teatro sea la duración, ya que no puden ser muy largas, pero este película es tan buena que estoy seguro de que podría haber durado mucho más!
Salí del cine encantado, pero nunca antes había sentido esas ganas terribles de volver atrás, sacar una entrada para la próxima sesión y volverla a ver. Un dios salvaje es como los buenos perfumes, las buenas fragancias se guardan en frascos pequeños, en frascos de 79 minutos y aunque yo quería más, se que no hace falta más porque con lo que he visto ya me he quedado fascinado.