En 1.927 Martin Heidegger publicaba la que sería la obra filosófica más importante del siglo XX: "Sein und Zeit". Hoy en día sigue siendo considerada la gran obra que nos ha legado el siglo pasado, muy alejada de las aportaciones de cualquier otro filósofo. Incluso el "Tractatus" de Wittgenstein quedaba ensombrecido ante la grandiosidad de "Ser y Tiempo". En los meses en los que Heidegger componía, a toda prisa, esta obra, Arendt, la filósofa alemana, se encargaba de satisfacer a su amante. Luego Arendt sería una de las mejores filósofas del siglo pasado y se encargaría de denunciar el nazismo, sobra decir que Heidegger fue nazi. Arendt era judía y, por ello, se sintió profundamente dolida cuando descubrió, años después, que Heidegger se había adherido al régimen nacionalsocialista. Arendt fue, por tanto, amante y compañera del pensador Heidegger, ayudante en la elaboración de la obra que le lanzó a la fama, aunque sea emocionalmente y, a su vez, la mujer que denunció la bestialidad a la que su propio amante se vio abocado por su afán político.

Vidas cruzadas es un royo como el anterior pero sin el brillo de dos grandes filósofos. Si la historia de Heidegger y Arendt no tiene interés ninguno imaginen el interés que puede tener esta película que cuenta historias cruzadas, ya no de grandes pensadores, sino de personas normales y corrientes que morirán y nadie recordará. En fin, una basura más.