No hay más que fijarse en películas como las de Almodóvar (por poner un ejemplo) para sentirse uno/a humillado/a cuando ve algunas de sus películas que, encima, las proyectan en los cines (¿y se quejan de que no vayamos mucho a ellos?)

Esta película tiene su mérito, pues, con poco presupuesto, han hecho un film bastante entretenido y que no aburre en absoluto.

Y es que, afortunadamente, si algo que el dinero no puede comprar son las IDEAS, un producto de las que CASI TODAS las películas que dan en los cines, carecen.