"Trolls" es el no demasiado fructífero intento por parte de DreamWorks de aproximarse a la tan exitosa animación musical que practica una Disney que, vistos los resultados, podrá seguir respirando tranquila desde su posición de poder absoluto durante algún tiempo más.
"Trolls" es jovial y dicharachera, visualmente alegre con un microcosmos diferenciado, y narrativamente ágil sin excederse, por no mencionar su buena doble lectura, pero al final al conjunto le falta ese punto de riesgo necesario para ser bastante más que una cinta correcta. La película de Mike Mitchell, basada en las famosas figuritas creadas por el danes Thomas Dam, nos presenta a estos Trolls como los seres más felices del mundo, fruto de: cantar, bailar y abrazarse todo el día. Cohabitan con unos seres opuestos a ellos llamados los Bergens, que únicamente pueden ser felices cuando se alimentan de nuestros Trolls. Pero la chispa de la rebelión esta a punto de prenderse. En base a esa trama se desarrolla esta comedia musical no demasiado inspirada pero agradable de ver. Visualmente hay bastante personalidad en un conjunto muy colorido y fantasioso. Narrativamente "Trolls" no abusa de esa caótica agilidad que está tan de moda ahora dentro del cine de animación, carencia no tan desdeñable como pueda aparentar.
Musicalmente hablando el film tampoco quedará para la historia. "Trolls" me funciona más cuando usan temas ya existentes que cuando tiran con canciones de creación propia, los cuales me han resultado muy simplones y con escaso gancho.
En definitiva, es evidente que "Trolls" es ese primer ladrillo dentro de la edificación que pretende hacer DreamWorks para adentrarse en ese terreno desconocido para ellos que es la animación musical. Como primer paso no está mal, aunque queda patente que es solamente un primer paso con amplio margen de mejora por delante.