Excelente obra de Chaplin por la que el tiempo apenas parece haber pasado no ya por su encanto especial sino también porque su argumento y aspectos que se reflejan parecen seguir en boga actualmente. Tiempos Modernos presenta dos mitades claramente distinguibles: por un lado, una crítica satírica al modelo de producción capitalista en el que el trabajador pasa a confundirse con una pieza más integrante del sistema y otra en la que sufre desventuras por encontrar un puesto de trabajo con la compañía de una muchacha.

La comedia y el drama, como es habitual en este actor-director, son añadidas en la medida necesaria y muy hábilmente. Reír, llorar y conmoverse son las sensaciones que siempre nos arranca en sus películas y esta no es menos. Las situaciones más cómicas se producen mientras Charlot va conociendo cada una de las instituciones de poder, para pasar a un mayor drama y sentimentalismo cuando conoce a la joven.

Los personajes que interpretan Chaplin y Goddard sólo buscan ser felices juntos al tiempo que superar las adversidades y problemas que les van introduciendo en su camino. Y su actuación es sencillamente brillante, especialmente en el caso de la chica.

Esta gran obra se cierra con un precioso final.