Una producción con un ambiente excelente, muy cuidado y que encaja con la historia de búsqueda de fría venganza y lucha por la supervivencia. Al mismo tiempo, un maquillaje espectacular que representa toda la crudeza de los momentos más violentos y dolorosos. Pero sobre todo una genial interpretación de Leonardo DiCaprio que demuestra una vez más su enorme capacidad de superación, llegando a empatizar con su propio personaje y haciéndose con él desde el primer momento.

Sin embargo, lo que falla de esta obra es el guión. Con todo, no llega a emocionar lo suficiente y no se justifica su largo metraje de dos horas y media. En ocasiones, ese tiempo se nos hace corto, pero pese a tener una puesta en escena formidable, el desarrollo se queda a medias. Pero no obsta para que sea una película con sus bondades y que merezca la pena ver.