No me extraña que, cuando alguien de Hollywood conoció la vida de Forrest Tucker quisieran hacer una película sobre sus andanzas. El resultado solo es pasable, salvado por la interpretación de un siempre satisfactorio Robert Redford. La presencia de Sissy Spacek, que muestra la misma cara durante toda la película, constituye un aderezo irrelevante para la trama central. Como dato interesante adicional, está bastante bien conseguida la ambientación de los años en los que transcurre la historia del protagonista real de esta historia.