Empieza con la tensión suficiente.
El ver el vampirismo como una enfermedad, una epidemia, parece original (tampoco soy experto del tema).
La información parece que se suministra con ritmo...los primeros capítulos.
En seguida pierde fuelle. También errática de guión.
Tampoco los vampiros no parecen tener siempre los mismos síntomas, evolución, ni reflejos:
depende de si atacan a un protagonista o a uno que pasaba por allí.
Del Toro insiste mucho en mostrar que los "latinos" tenemos una relación muy cercana con nuestras madres.
Y no digo que eso sea malo, pero todo se vuelve pronto muy reiterativo.
¿Humorística?
La caracterización del Amo me recuerda a Tim Burton y su Mars Attacks.
Los vampiros atacan como la planta carnívora de "La tienda de los horrores".
Terminada la primera entrega, no veré la segunda.