Típica película de alguien bienintencionado, pero que no toca las importantes causas de cualquier negocio sucio: la motivación que es el lucro. Como película funciona en general, aunque tampoco es muy solvente. Para mí, el problema es que este tipo de cine con mensaje ni trata las causas ni por supuesto pone remedio alguno. Al final hay una voz que te anima a actuar sobre todo, a financiar entradas para que otros puedan ver la película, pero ningún catálogo de acciones para implicar a los espectadores. Es cínico e ignorante por parte del imperio creen estas historias que critican el tráfico de personas, pero sin tratar que es precisamente el lucro que defienden los capitalistas lo que seguirá motivando el tráfico de drogas, armas, órganos o cualquier otra sustancia que se vuelve mercancía debido a pagar por ella. El problema no es la humanidad, sino el lucro.