Hace ya tiempo que las comedias románticas tienen cada vez más un argumento rocambolesco, por no decir cogido de los pelos. Quizá se deba a que intentan ser originales, pero hemos de reconocer que este tipo de películas se presta poco a la innovación. El argumento lo he puesto más abajo para que os podáis hacer una idea (si alguien lee esto) de la cosa tan rara que han pergueñado los guionistas. Parece que ya todo vale, con tal de intentar salirse un poco del cliché y a veces eso es un lastre para la película.
Por lo demás, la película depende (como la gran mayoría de las comedias románticas) de la pareja protagonista. Una de las parejas protagonistas más exhibicionistas de los últimos años. Cualquier excusa es buena para enseñar cacho. Anna Faris prsuma de las (pocas) curvas que tiene en cuanto puede y lo de Chris Evans ya es la repanocha: creo que sale más tiempo en cueros que vestido, lo que también es normal, nadie se machaca en el gimnasio de esa forma para luego no presumir aunque alguien debería decirle que se ha pasado: tiene el brazo más grueso que su propia cabeza. En lo puramente interpretativo, hay que decir que Anna Faris es una chica con una frescura y un gracejo impresionantes, llamados a empresas mayores y que chris Evans demuestra que su John Storm de "Los 4 fantásticos" no era así de insoportable por el guión, sino por él.
Para finalizar, sí me gustaría destacar que al final el guión tiene una cosa muy simpática en el personaje de Faris*.